Inevitablemente llegará el momento en el que verás a tu amigo de cuatro patas caminar un poco más lento, con la cara llena de canas y durmiendo más de lo normal. Todos estos son cambios propios de la edad y debemos aprender a comunicarnos con ellos nuevamente.
Por ejemplo, es común que nuestro perro empiece a tener problemas de audición, empezaremos a notar que ya no responde a su nombre y que cosas que antes le llamaban la atención ya no parecen tan importantes para él.
Durante este proceso es importante que nosotros como propietarios sepamos acostumbrarnos a esta nueva etapa de nuestra mascota. Si nuestro perro ya no escucha, podríamos comunicarle cosas a través de gestos o con una palmadita en el lomo. Si lo que ha perdido es la visión, trataremos de no modificar el orden de los muebles, sus platos y de todo lo que considera su lugar seguro. Probablemente notarás que ya no tiene la fuerza para subir a lugares altos, como un sillón o incluso tu cama, deberás crear un lugar propicio para que descanse bien, hazle una camita en un lugar que no sea muy transitado y límpiala con regularidad. Otro momento importante es el del paseo, a pesar de su edad seguirá necesitando tiempo al aire libre y olisquear por ahí, siempre hazlo con correa, guíalo con delicadeza y déjalo caminar a su ritmo.
Al principio puede parecer difícil aceptar todos estos cambios, pero al pasar el tiempo verás que pueden vivir una vida completamente normal y que al contrario de lo que se piensa, será la etapa más linda que vivirás con tu mascota y los años que siempre llevarás contigo al recordarlo. Con visitas periódicas al veterinario, una buena alimentación y cariño tu perrito estará junto a ti por mucho tiempo.